El fondo amarillento se debe al desenfoque de la cámara, captando así el pasto seco del campo que se encontraba frente a mi posición. Resulta curioso observar cómo el Martín gira el pez en su pico, para colocarlo con la cabeza hacia dentro, hasta engullirlo por completo. La última foto muestra a nuestro amigo plácidamente en su posadero. Ahí se mantuvo unos minutos, hasta que la presencia de una hembra hizo que abandonase el lugar.
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